viernes, 4 de junio de 2010

Prohibida- 04-Jun-10

Despertó de un sueño delirante, ahogo un grito; desesperadamente la busco, volvió a entender tan solo era un sueño
Miro la ventana, la luna sonrió y dijo
-Hola compañera- dijo el
-¿Nuevamente volviste a solar con ella?- Respondió la luna
El asintió con la cabeza
-Si, no se como dejar de soñar con ella- dijo Saga
-¿Porque no buscas a una verdadera mujer Saga?- pregunto la luna

Saga se quedo pensando, por un momento pensó que tenía razón, pero sentía miedo de no encontrar a la adecuada, de una decepción o engaño. Saga era un aficionado a la lectura, por eso cada día ideaba a su mujer ideal, a su mujer amante.
Cada noche sentía el calor de esa mujer, su amor sensual, mientras dormía ahuyentaba a los demonios y veía a esa mujer, a esa mujer de piel canela, de brillantes y hermosos ojos, de dulces y rojos labios, de mágica y hechizante voz, su cenicienta.
Ambos se miraban en un bosque, aunque el no conocía ese bosque le encantaba estar ahí.
No había nadie solo ellos, la brisa del viento y la luna.
Ella portaba un vestido blanco, traía el cabello suelto por eso la brisa atraía un suave aroma, se acerco y la beso, parecía un beso largo al menos el así lo sintió.

-Hola preciosa, ¿Cómo estás?- Pregunto Saga
-Bien, ¿A que se debe tu visita?- Respondió ella
-Bueno tan solo quería visitarte, espero no te moleste mi visita- Dijo Saga
-No, claro que no tenia miedo de que no vinieras esta noche- dijo ella
-No como crees que voy a faltar, estaré para siempre junto a ti- respondió saga
Ella comenzó a caminar por el bosque y el la siguió. Hubo un momento en el que la perdió, y empezó a gritar su nombre y nadie contesto.
-Ah- Despertó, estaba sudando, fue al baño y al mirarse en el espejo en el cuello tenia una mancha parecía lápiz labial, pero como era eso posible si la ultima persona que lo había besado era ella, era esa mujer en sus sueños, ¿Acaso eso es posible?, ¿Ella había salido de su sueño?

Se puso más agua en la cara, pensó que aun seguía en su sueño. Pero no parecía despertar pues aun tenia esa mancha
Se fue a su cama y tenia un olor diferente, un olor suave.

-No recuerdo donde eh olido este olor- Dijo Saga
Intento dormir pero no podía, sentía que alguien se sentaba en la cama, despertaba y no había nadie. Al fin consiguió dormir y estaba en el mismo bosque junto a un lago, en el fondo había algo que brillaba intensamente, se metió en busca de eso, ya estaba saliendo cuando sintió que algo tomaba sus pies, su garganta se ancho, sus ojos se cambiaron de color, todo se tornaba gris hasta que…
-Ah- otro ensordecedor grito, sintió como algo bajaba de su garganta

-Venga Saga, deja dormir a gusto-Dijo la luna
-Intento pero no puedo alejarla de mis sueños, es tan dulce, tan hermosa pero tan...irreal- Dijo Saga
-Saga tus eres un buen muchacho, eres bueno para escribir poemas me extraña que no hayas utilizado eso para conquistar alguna muchacha- Comento la luna
-No quiero dejarla, cada vez estoy más cerca de ella, no quiero dejarla, no quiero dejarla- Repetía una y otra vez Saga
Salió al balcón, tomo un papel y una pluma, se sentó; la brisa estaba tan a gusto, le recordaba a ella, y comenzó a escribir:

“Duele tanto vivir así, duele tanto tener que esconder mis sentimientos. Duele esconderme bajo la sombra de la fantasía, duele fingir y duele siempre sin ti.

Es hermoso soñarte, es hermoso besarte. Es hermoso caminar junto a ti, es hermoso tu aroma, es hermosa tu voz, son hermosos tus labios y son hermosos tus ojos que no paran de verme.

Cada vez estas más cerca pero tan lejos, cada vez que te vas me derrumbo. Cada vez tu mano se congela, cada vez te quiero más.
Y que pasaría si no te encuentro, y que pasaría si no te beso, y si tu cuerpo se va de mí. Y si te vas de mí.
Deja que memorice tus hermosos ojos, deja que me acuerde de tu mirada, deja que guarde el suave olor de tus besos.
Por favor no me des mas razones para quererte.”


Mientras escribía se quedo tan dormido.
A la mañana siguiente despertó entre el canto de pájaros y demás aves. Miro al rededor y había una silla junto a el, como si alguien se hubiese sentado a su lado.

-Que raro, si cuando llegue la única silla que estaba aquí fue la mía-Murmuro Saga

Tomo un baño y se cambio la ropa, salió a distraerse, era un sábado de mayo en aquel hermoso y pequeño lugar, la plaza estaba llena; con papas y mamas con sus hijos jugando en el pasto, señores mayores teniendo la misma platica de diario, había parejas besándose, el las miraba con envidia, iba pasando gente y el alcanzo a ver un rostro conocido, era ella la mujer de sus sueños, la persiguió e iba gritando su nombre. Cuando finalmente la alcanzo vio que no era ella, simplemente confundió su rostro.
Así pasaron varias personas y las siguió a todas entre la gente, estaba tan confundido, estaba tan raro.
Llego a su trabajo y siguió viendo siluetas, esta vez ella llevaba el mismo vestido que la noche anterior, ese blanco y aun traía el pelo suelto y aunque el aire acondicionado no estaba tan fuerte alcanzo a percibir su olor, ese perfume de rosas, ese aroma tan afrodisiaco, tan dulce y tan hermoso, empezó a olerlo y se levanto de la silla, empezó a caminar con los ojos cerrados hacia el tubo de ventilación, todos en la oficina se quedaron atónitos, pensaron que quizás estaba borracho o quizás drogado.
-Acércate más, un poco más- decía ella
-¿Dónde estas?, no te veo dime donde estas-dijo Saga
-Acércate más y me veras- respondió ella
Siguió caminando por varios minutos más, subía y bajaba escalones, abría y cerraba puertas, aun escuchaba esa voz que decía “Acércate un poco más “

Abrió los ojos y se encontraba en la azotea del edificio, no había nadie solo estaba el. Se fue hacia su oficina, dispuesto a trabajar.

Pasaron las horas, eran cerca de las 10 y ya era hora de irse a casa a “descansar".
Se quito la ropa, abrió la ventana y se dispuso a dormir, a soñar una vez más con su amor artificial.

Ella llevaba un vestido azul, Azul cielo, en su cuello un collar con sus iníciales; como siempre llevaba el cabello suelto aunque arreglado de manera diferente. Ella se acerco a el y le dijo:

-Hola cariño- le dijo ella
-Hola- respondió el
Hubo un momento, un silencio incomodo, nadie hablo tan solo se miraban fijamente.

-¿Porque estas tan callado Saga?- pregunto ella
-Es que... han pasado tantas cosas hoy, tantas cosas que pienso olvidarme de ti, de ti y de todo este mundo- respondió el
- No Saga, no tienes porque hacerlo...-Decía ella
-Quiero salir de mi mundo de fantasía Quiero encontrar un verdadero amor...ya no quiero fantasías- Dijo el
-Si así lo quieres, así lo tendrás- Dijo ella mientras se iba alejando de el, se perdía con la niebla; el tan solo la veía desaparecer, perdiendo rastro mientras la veía quizá por ultima vez. En su mente tan solo se veía su cara sonriente.

Despertó, el reloj marcaba las 6:45 am, ese sueño había durado 5 horas, esa corta platica 5 horas. Se levanto, se metió a bañar y desayuno ligeramente. Se marcho, se dirigió a su trabajo. Iba con la mente alterada, ya no quería saber más de ella iba a buscarse un verdadero amor, alguien de carne y hueso... ¿Quien podría ser? Tal vez una vieja amiga, alguien que se puede encontrar en la calle... podría ser cualquier persona, inclusive aquella joven estudiante de cabello rubio que se encontraba en la librería o podía ser aquella otra joven de unos 21 años quizá, cabello oscuro y ojos claros. Había opciones eso no lo negaba... pero ¿había valor? Quizás no, el es un poco tímido, no es callado pero tampoco es de los que se la pasan hablando, ¿Podría Hacerlo? Reunir todo ese valor para invitar a salir a una de esas dos chicas... ¿Podría?
-Si si puedo- respondió en su interior

Siguió caminando, era una bella mañana de domingo, el sol estaba saliendo, era un día normal salvo que el tenia que ir a trabajar para no ir ni lunes ni martes, fuera de eso era un día normal en aquel pueblo. Que raro había visto más parejas sentadas en la plaza, comiendo un helado o que se yo, de lo normal y esto solo había pasado desde la aparición de aquella mujer en sus sueños, acaso era un juego de su mente para que se diera cuenta que necesitaba compañía, no compañía de amigos, no de familiares y mucho menos de videoconsola, necesitaba una verdadera mujer, alguien que al levantarse ya tuviera el desayuno hecho, alguien con quien platicar, con quien salir, alguien a quien besar cada noche antes de dormir, alguien que lo alentara a todo, un apoyo moral y físico.

Llego al edificio, saludo al portero, abrió el cancel, unos pasos más y llegaba a la puerta...puso la mano sobre la cerradura cuando se abrió la puerta, salió una joven, muy hermosa por cierto, usaba un uniforme de color azul marino, cabello largo, lacio y suelto, ojos cafés y labios rojos.
-Buen día Creatif- Dijo la joven sonriendo le
-Buen día Casey - Respondió tartamudeando

Casey trabajaba dos pisos más arriba que el, pero a menudo se encontraban en la cafetería.
A tan solo diez pasos se encontraba el elevador, entro y marco el número 5, cómo siempre había música en el interior del elevador, sonaba una balada...le llamo la atención a Saga la letra:

"I surrender myself (Yo me entrego)
Into the arms of a beautiful stranger (En los brazos de una hermosa extraña)
I surrender myself to you (Me entrego a ti)
To you (A ti)"

Salió del elevador, no había mucha gente en la oficina, había unos 10 y entre ellos César un amigo de la prepa que entro con el a trabajar, Saga se dirigía a su escritorio. Se sentó, prendió la computadora y se dispuso a trabajar, hasta que César lo interrumpió.

-Saga, esta noche saldremos varios de la oficina a un antro del centro, ¿Quieres ir?- pregunto César
-Seguro, ¿a que horas nos vemos?- Respondió y pregunto Saga
-Genial, nos vemos a las 9 30, yo paso por ti a tu casa ¿Te parece bien?- dijo César
-De maravilla, nos vemos- Respondió sonriente Saga

César se alejo y el se dispuso a trabajar, nadie en la oficina le pregunto sobre lo sucedido el día anterior, siguió trabajando como si nada hubiese pasado, cómo si no supiera nada de aquella hermosa extraña.
Eran cerca de las 12 del mediodía cuando Saga, hizo una visita al baño, se encontraba mojándose la cara, mientras se arreglaba el cabello, si Saga era un poco vanidoso, y de vez en cuando trataba de lucir bien para que alguna chica se acercara, claro..Se acercara el no podía dar el primer paso, ya era mucho merito hablarle a Casey. Salió y se dirigió hacia su pequeño escritorio, ya quería terminar para irse.
¡¡¡Por fin!!! El reloj marcaba las 3:30 de la tarde, Saga tomo camino hacia el elevador, entro parecía que el era el único que tomaba destino hacia casa.
“Who really loves me (Quien en verdad me ama)

You really love me (Tu en verdad me amas)

My beautiful stranger (Mi Hermosa extraña)”
Aún sonaba esa canción, aún le intrigaba la letra de esa canción, al parecer estaba escrita para el: Amor, Amar a un extraño… ¡¿más razones!?
Se encontraba camino a casa, no tenia prisa, podía pararse a comer o a ver alguna revista o hacer cualquier cosa que le placiera, no había nadie que lo esperara. Decidió llegar a comer un pedazo de Pizza. Casi estaba solo el local, a no ser de una familia y unas 2 parejas. Termino rápido, tan solo fueron 3 rebanadas de esa deliciosa pizza Hawaiana que tanto ama y unos dos vasos de agua.
El camino a casa fue corto, se estaba escondiendo el sol y ya mero era hora de salir con César.
Llego a casa, vio un pequeño desorden, tenia mas de 3 semanas sin limpiar su cuarto, estaba algo sucio y desordenado, necesitaba limpiarlo para dar una buena impresión aun había tiempo de hacerlo faltaban casi 4 horas para que César pasara por el.
El reloj marcaba las 7:23, ya había terminado de limpiar ahora le tocaba bañarse y arreglarse. Tomo una ducha, de unos 15 minutos.
Se acerco al closet, tomo una camisa de manga larga, blanca con rayas negras y un pantalón negro, escogió unos tenis skate negros con morado, los que el tanto amaba.
¿Peinarse? No, para nada no es su estilo, bueno tal vez si es que entra en la definición de peinarse: Alborotarse el cabello.
Se sentó en el sofá de la sala, prendió el estéreo y puso algo de música:
“Prohibida, mi alucinante líquida ninfa
Frágil y tierna, sombría,
Excesiva entre tus besos
Entre tus besos la mentira”

Alguien llamaba a la puerta, debía de ser César.

-Hola Saga, ¿listo?- Dijo César
-Hey, claro deja apago el estéreo- Contesto Saga
-Trágico Ballet ¿verdad?- Pregunto César
-Claro, buenísima banda mexicana- Afirmo Saga
-Si muy buena, en fin vámonos que se nos hace tarde- Respondió César

Se dirigieron hacia un vehículo color negro, un Mustang Shelby 67, un clásico.

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