domingo, 9 de mayo de 2010

La Pesadilla De Beethoven- 1 CAPITULO (Historia)

14 DE JUNIO 1805
Entre el calor de la luna y la brisa del viento sonaban aquellas notas de piano. El llevaba semanas intentando conseguirlo… conseguir un pedazo de su sinfonía perfecta.
Se encontraba en su balcón, donde descansaba aquel viejo piano de cola, donde pasaba interminables noches creando canciones. Esta vez no conseguía nada, ni siquiera dormir, algo lo aterraba. Mientras bebía unas copas de vino sonaba algunas piezas de Mozart, el lo envidiaba:
-El si puede conseguir una obra maestra- decía entre dientes
Tenia el animo hecho pedazos, el dolor crecía conforme avanzaba la noche…un escalofriante silencio se hizo presente en la habitación. Réquiem hizo romper el silencio
-No puedo ver, no consigo esa divina sinfonía-
Exclamo palabras en diferentes idiomas
“Bischof Schwarz e vends mon âme. donne-moi cette symphonie”
El reloj marcaba las 3 de la madrugada, Beethoven seguía tomando, ya sin ánimo alguno dio su carrera por terminada.
A la mañana siguiente, empezó a escribir en un papel:
“Debido a mi estado de animo tan descompuesto, alguno que otro problema personal me impide desarrollar mis actividades musicales. Así como dejo aplazado varios recitales,
Con esta carta dejo saber que la carrera musical de Ludwig Van Beethoven termina el día de hoy Jueves 15 de Junio de 1805.
Ludwig Van Beethoven“

Esa misma noche, Beethoven se encontraba cabalgando por un bosque, vio una caravana de gitanos. Beethoven bajo del caballo y pidió hablar con algún lector de cartas. Hecate fue la encargada de leer sus cartas
-Te encuentras en un momento de desesperación, esta carta muestra una decepción amorosa ¿Estoy en lo cierto?- Dijo cuando apenas llevaba 2 cartas de 6 leídas.
-Si, desgraciadamente si- contesto Beethoven
-Veamos que te depara el futuro: sufrimiento, angustia, problemas; Esto quiere decir que sufrirás, algún familiar tuyo va a morir y tendrás problemas con algún gran mandatario…
Estaba a punto de abrir la última carta cuando Beethoven dijo:
-Detente, no quiero saber lo ultimo- dijo desesperadamente
-No todo debe ser cumplido, siempre hay algo que puede cambiar el destino, hay varias formas de cambiarlo…solo que te cuesta algo- Respondió Hecate
-No tengo dinero, ni nada de valor- dijo fríamente Beethoven
-No, no ocupo algo de dinero para cambiar tu destino, dame tu alma y te doy algo de suerte.- Dijo Hecate
Beethoven era una persona que no creía en nada de almas, así que decidió hacerlo darle su alma.
-Este bien, te daré mi alma- Dijo Beethoven
-Perfecto, preparare el festín.- le respondió Hecate
Beethoven se encontraba afuera del carrusel de Hecate, esperaba mientras veía la luna.
-Ha llegado la hora, bebe esto te hará dormir y en tu sueño habrás de ver cosas que anhelas - dijo Hecate
Beethoven lo bebió, empezó a sentir sueño; se quedo dormido. Se encontraba en un salón, había un piano, de color negro muy fino y hermoso, de pronto un animal enorme con cuernos se sentó y empezó a tocar el piano, se sorprendió con que facilidad el animal tocaba, con rapidez. La sinfonía que tocaba era hermosa. Una hermosa mujer veía al igual que el como el animal tocaba, ella se encontraba en el balcón y poco a poco se fue acercando. Esa canción parecía romántica, o al menos atraía a varias mujeres que se encontraban en la habitación.
Termino la canción, y el animal comenzó una nueva canción, algo lenta y depresiva.
Beethoven se encontraba en el balcón, disfrutando de un buen vino tinto mientras veía las estrellas.
Mientras bebía los últimos sorbos de vino, algo le vino a la mente y debido al ritmo de la música hizo que se sentara, mientras intentaba pararse de nuevo veía todo borroso, cayo de cara. Despertó empapado en sudor, mientras Hecate se acercaba a el, diciéndole:
-Lo que has visto en ese sueño puede ser el cambio que tanto necesitas, sin embargo va a ver cosas que no puedo cambiar, no intentes buscarme para reclamarme algo pues si lo haces morirás.- Dijo Hecate

Beethoven fue por su caballo y se retiro del lugar, llego a su mansión y fue directamente hacia el piano, empezó a escribir aquella canción que toco el animal, aquella que hizo que todas las mujeres se acercaran a el.
Termino de hacerla hasta las 10 de la mañana del día siguiente, Beethoven no había dormido nada, se limito a dormir sin antes hacer una carta:

“Querida Antonie
Quiero decirte que a pesar de estar lejos de ti, no dejo de pensar en ti, y que aunque se que lo nuestro es algo que no puede pasar debido a que tienes esposo (De alto rango) e hijos.
Me remuerde la conciencia saber que estas con el, y yo solo sin tu amor.
Aunque viaje y en el viaje tal vez encuentre mujeres hermosas, ninguna se compara contigo.
Puede nuestro amor existir, sino a través del sacrificio de no pedir todo del otro,
Puedes cambiar el hecho, de que tú no seas completamente mía, yo no
Completamente tuyo.

Cada mañana suspiro y veo alrededor para ver si estas ahí, pero no te encuentro. Cada noche espero que alguien se siente a mi lado para cenar, alguien con quien compartir mi tiempo y no te encuentro. Espero a alguien para poder dedicarle una canción, espero a alguien a quien amar. Espero que seas tu.
Puede que tu no me quieras como yo te quiero, puede que la luna no sea completamente hermosa para ti, puede que no escuches cantar al viento.
Mi querida Elisa, espero comprendas el porque de esta carta, espero entiendas el porque de no decir simplemente Fur Antonie, espero entiendas que te ocasionaría demasiados problemas; pero porque no dejarlo simplemente en una sonata más, sin dedicatoria o algo… no para nada.
Te Quiero
Por siempre mia y por siempre tuyo
L.V.B

No hay comentarios:

Publicar un comentario